Una joya de los anaqueles de la Biblioteca Alfredo Guzmán de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres es la colección Genera et SpeciesPlantarumArgentinarum (cinco tomos) y Genera et SpeciesAnimaliumArgentinorum (dos tomos), publicadas por la Fundación Miguel Lillo y la Universidad Nacional de Tucumán entre 1943 y 1956, recopilada y dirigida por el naturista y farmacéutico Horacio Descole, rector de la casa de estudios (1948-1951).
Considerada por la UNESCO como una de las más importantes contribuciones efectuadas en el siglo XX, la obra –aunque inconclusa- se basaba en las investigaciones del sabio y naturalista tucumano Miguel Lillo (1862-1931) y aspiraba a ser un completo registro de la flora y fauna argentinas. Por otra parte, el ex gobernador tucumano Ernesto Padilla afirmó que la obra puede compararse con los trabajos del célebre botánico y geógrafo alemán Alexander von Humboldt (1769-1859).
Gran tamaño
Los volúmenes son de enorme tamaño (51 cm alto por 34 cm de ancho y un grosor de entre 6 cm y 9 cm), y los textos están acompañados por láminas con acuarelas en blanco y negro y color, de enorme valor descriptivo y belleza artística.
El material textual consiste en monografías sobre las familias de plantas de Argentina, y el interés por reunirlas en un corpus sistematizado, según apunta Descole en el proemio del Tomo 1, se remonta a 1913, a través de treinta años durante los cuales “nuestras investigaciones botánicas han adquirido un gran incremento. No son éstas ya la obra individual y, por eso, contingente de unos pocos naturalistas, sino un trabajo verdaderamente colectivo, que se cumple incesantemente, liberado así de los riesgos inherentes a las vidas humanas. Se han formado institutos especializados, que han conquistado un puesto honroso en la ciencia universal; las colecciones botánicas y el material bibliográfico se han enriquecido de manera considerable, y se han hecho aquí y en el extranjero innumerables publicaciones científicas sobre nuestras plantas”.
Colaboradores
Añade el ex rector que en Genera et Species… colaboraron “la gran mayoría de nuestros botánicos y los institutos especializados del país, ya sea con trabajos originales, ya sea facilitando sus herbarios y sus material bibliográfico” y consigna que los libros no se hallan destinados “únicamente a los botánicos, sino también al vasto público formado por especialistas de otras ciencias, técnicos e industriales, cuyas actividades se relacionan con nuestras plantas”.
Y sobre la ya mencionada calidad gráfica de los trabajos –los libros se imprimieron en la Editorial Kraft de Buenos Aires, Descole comenta que las ilustraciones de las especies, en lo posible, son de tamaño natural y que “se parecen más a la flora viva que las que corrientemente se utilizan en los trabajos científicos”, permitiendo así al que no es botánico de profesión determinar con relativa facilidad el género y las especies de las plantas que le interesan”.